sábado, 19 de noviembre de 2011

La hora de los mayores III

    Continuamos con las presentaciones, en este caso se trata de una azalea de potente tronco:
   Así lucía el ejemplar en solitario:

    Y esta era la planta de acento que lo acompañaba. Realmente la laja de madera sobre la que estaba y la maceta eran dignas de admiración:

    La siguiente es una composición qsue gira en torno a una Haya europea:

    El árbol en solitario:
    Y esta era la planta de acento que lo acompñaba. Parece que el autor ha echado mano de una de esas maderas que se venden para acuarios. Yo también tengo un par de plantas en dos de estas maderas y la verdad es que le dan un toque muy natural a la composición:
    Ahora os presento al que resultó ganador absoluto en la muestra. Se trata del magnífico Pinus sylvestris de David Benavente. La verdad es que soy uno de los afortunados que he podido ver "el nacimiento" de este árbol, hace ya unos cuantos años, en tierras salmantinas y, desde entonces, cada vez que se cruza en mi camino no puedo dejar de admirarlo. Es realmente impresionante:

     Estaba expuesto en un tokonoma y así lucía la composición al completo:

    Y esta era la planta que lo acompañaba, también muy natural:

    La siguiente composición tiene a Everardo Garrido como autor. Está formada por un Ciprés de Hinoki (Chamaecyparis obtusa) procedente de vivero:

    La verdad es que en este evento he podido admirar hasta tres ejemplares de esta especie, muy poco frecuente entre los aficionados españoles, pero del que se pueden conseguir resultados muy destacacables, sinó que se lo pregunte a Kimura que los suele trabajar de vez en cuando. En este caso el árbol lucía de este modo:

    Como se puede observar el verde brillante de esta especie es realmente cautivador. Suele llamar la atención incluso de los menos entendidos. La planta elegida para acompañar el ejemplar era un junco:


    El siguiente ejemplar que os muestro es bien conocido por los aficionados gallegos, no en vano hemos podido disfrutarlo en diferentes expos. Se trata de un Pinus sylvestris propiedad de Jorge Campos:
    La planta que lo acompañaba estaba plantada en una maceta realmente original. Además estaba presentada también de un modo poco frecuente sobre un lecho de grava oscura:

    La siguiente composición giraba en torno a un bonito Acebuche, también conocido en el mundillo del bonsái de nuestor país por haber participado ya en diferentes eventos:
    Todo el conjunto mostraba el siguiente aspecto:

    La composición de la planta era bien simple: un pequeño helecho plantado sobre una laja de piedra y el sustrato cubierto de musgo ¿quién dijo que era complicado tener plantas?.

    La siguiente composición estaba formada por un Carpinus turczaninovii porpiedad de Jaume Canals. Ya había participado fechas atras en la Nishikiten y lucía así de esplendoroso:

    La verdad es que los árboles caducos son realmente admirables cuando están desnudos. En esta estación es cuando se puede admirar la ramificación de los mismos, quizas el aspecto más valorado de estos árboles. Observad el ejemplar en detalle.

    Esta era la planta de acento, también recordándonos la estación en la que estamos: el otoño. En la Nishikiten la planta que acompñaba el árbol era otra, plantada en una maceta rectangular y con una tonalidad verde muy acentuada.

    También esta composición de Everardo Garrido nos resulta bien conocida, no en vano hemos tenido ocasión de verla ya dos veces en Alcobendas. El conjunto tiene como elemento principal un Crataegus monogyna en estilo bunjin. Quiero os pareis a observar la base sobre la que está expuesto el ejemplar. Se trata de una vieja madera recogida Dios sabe donde, y a la que Everardo le ha dado una segunda vida.

    Aquí tenéis al espino en un plano más corto:

    Fijaos ahora en la planta de acento. En realidad era una composición formada por tres plantas diferente y musgo. La maceta era muy original, pero a mi lo que realmente me impactó más fue la base de madera sobre la que estaba expuesta:

    El protagonista de la siguiente composición quizás sea el mejor ejemplar de Mirto que hayasis visto nunca, al menos así lo avala la gran cantidad de premios cosechados tanto a nivel nacional como internacional. Se trata, como ya os habréis podido imaginar, del sobervio ejemplar de Xavier Massanet, otro ejemplar que no me canso de admirar cada vez que se cruza con mi mirada.

    Es curioso, pero he visto este ejemplar en diferente ocasiones y en fechas también diferentes y, según creo recordar, siempre que lo he visto expuesto tenía bayas, lo que le da un toque de frescura al ejemplar.

    Xabier es un aficionado amante de los pequeños detalles y buena muestra de ello es la magnífica planta de acento que presentó junto a su mirto. Admirad el propio vegetal, su maceta, la peana de madera, en fin...admirarlo todo que vale la pena. Son este tipo de detalles los que le dan un toque de calidad a las presentaciones.

    La siguiente obra fue presentada por Everardo Garrido y tenía como protagonista a un Carpe europeo (Carpinus betulus) que también creo que procedía de vivero. Os muestro, en primer lugar el conjunto de la composición:

    Un bonito colorido otoñal adornaba todavía las ramas de este ejemplar:
   Y esta era la pequeña planta que lo acompañaba:

    Otra bonita composición presentada por Xabier Massanet correspondía a este bonito Pinus sylvestris bunjin:
    Fijaos ahora en el detalle que os voy a comentar alrededor de la planta que lo acompañaba. Las fechas en las que se celebró la exposición podríamos decir que era una época de transición entre el verano y el otoño. Eso mismo es lo que manifiesta la planta: por un lado ya presenta partes sque comienzan a mostrar una coloración otoñal y, por otro, tiene todavía parte del verde que lucía en la temporada estival.
    Bueno, pues esto es todo por hoy, todavía queda mucho árbol por mostrar, así que continuaré con un par de entregas más...eso cuando menos.  
    La singladura continúa con una mar tranquila. Una suave brisa cimbrea la embarcación que, con sus velas inchadas, surca el océano hacia nuevos puertos. Un grumete baldea la cubierta con afán. De repente detiene su labor, a lo lejos ya se divisan las luces de la que será su siguiente estación. Sonrie y, de nuevo, reinicia su cometido. Quiere que su capitán se sienta orgulloso de el, aunque desempeñe una de las labores más ingratas a bordo.

2 comentarios:

  1. Ya se sabe que en foto los arboles pierden mucho, pero el espino de everardo si lo ves en directo y en foto, es que no parece ni el mismo.En persona con esa madera que utiliza de base es espectacular. A mi ese espino me gusta una barbaridad.
    Un saludo

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  2. Amigo Juan. Tenemos que felicitarte por tu trabajo tan riguroso y darte las gracias por los comentarios tan buenos desde el Club Bonsai Principado de Asturias
    Un fuerte abrazo

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