domingo, 15 de abril de 2012

Inesperado

    Cása de Alberto Baleato. Habíamos terminado el taller con Marco cuando se me ocurre preguntarle a nuestro anfitrión si tenía nuevo material. Realmente cuando lo visito casi siempre lo tiene, así que la pregunta era un tanto "tonta", ya que tenía la completa seguridad de que la respuesta iba a ser afirmativa. Cuando subí a la terraza para ver lo que Alberto tenía para mostrarme me sorprendió sobremanera, nada más entrar, la presencia de un magnífico Acer buergerianum que había a la derecha.

    El árbol en cuestión pertenecía a Luis Vila, quien decidió ponerlo a la venta con el fin de "aligerar" su colección: no hay tiempo para atender todo...ya sabeis ¿no?. La planta llevaba ya unos cuantos años con él, durante los cuales fue tratatando de mejorar el nebari injertando plantones, iniciando desde cero la formación de una ramificación correcta,etc.

    La tentación fue demasiada para mí, lo confieso. No puede marcharme de aquella terraza sin haber echo un trato con Alberto. Aquel árbol tenía que venirse conmigo, más que nada porque no iba a tener, en mucho tiempo, otra oportunidad de hacerme con un ejemplar de ese calibre al precio que el me lo ponía. Así que días después ya estaba en mi casa. Os lo muestro tal y como llegó, plantado en su caja de madera. Comienzo por la parte trasera.


    Lateral derecho.


    Y el frente, con una referencia para que os podais hacer una idea del tamaño de la planta.


    Algunas zonas, en las que se practicaron podas de consideración hace algún tiempo, estaban cicatrizando muy bien. No creo que se me vayan a plantear mayores problemas a la hora de conseguir el completo cierre de las heridas, aunque también sé que tengo que darles tiempo y prodigarle al árbol un completo programa de abonado.



    La superficie del sustrato mostraba un sinfín de malas hierbas, nada deseables para continuar con el cultivo de la planta.

 
    Esta evidencia hizo que tomase la decisión de trasplantar el árbol, quería ver lo que se escondía bajo tierra.

    Intenté sacar el árbol de su caja de madera tras haber comprobado que no tenía anclajes en el fondo de la misma. Sin embargo no fue posible, ¡ el Burger no salía ni a la de tres !. En un intento por aflojar el agarre de la planta intenté eliminar buena parte del sustrato con chorro de agua.


    Tenía al ejemplar colocado encima de una vieja carretilla, así que pensé que para ayudar a la eliminación de la akadama vieja lo mejor era inclinarla.


    Tampoco conseguí grandes avances con este sistema, así que no me quedó otro remedio que desmontar la caja en la que estaba plantado.


    En un principio pretendía conservarla para volver plantar al arce en ella, pero no pudo ser. Además, una vez me decanté por desmontarla, me dí cuenta de que la madera estaba bastante podrida y que, casi con toda seguridad, no iba a aguantar un año más de cultivo en las condiciones en las que a mí me gustaría.

    Una vez fuera me dí cuenta de cuales eran las razones por las cuales el árbol ofrecía tanta resistencia a su extracción. La primera de ellas era la ya comentada proliferación de malas hierbas. Fijaos en la foto de abajo, prácticamente todas las raices que veis pertenecen a las mismas y no al arce. El sustrato estaba realmente infestado de ellas, lo que lo había vuelto extremadamente compacto. Las raíces de los hierbajos habían creado un entramado a modo de red que impedía sacar la akadama vieja.


    Otra de las razones por las que el árbol no se desprendía era la existencia de una red metálica que, situada en el fondo de la maceta, hacía las veces de malla de drenaje. El caso es que las raíces habían crecido tanto que casi había tantas por encima como por debajo de la misma.


    Me dió bastante trabajo el poder sacar esta malla, pero finalmente lo conseguí. En el suelo yacían los restos eliminados, que os muestro para que os hagáis una idea de la cantidad de los mismos.


    El árbol, una vez podado y limpio el cepellón, lucía de la siguiente manera.


    En la siguiente imágen os muestro el fondo del nebari. Durante años se le han ido aplicando podas severas en la parte inferior para favorecer el desarrollo de las raíces laterales. De ahí que en la parte central se aprecien calvas prefectamente cicatrizadas.


    Lo que siguió después no tiene demasiada historia. Encontré un bandeja de plástico en la que poder platar al Burger. Usé akadama gruesa para realizar la plantación, sin nada más aunque, eso sí, perfectamente cribada. Como el árbol pesa bastante lo planté ya en su lugar definitivo en el banco de cultivo, así no tendría que andar cargando pesos.

    Os muestro el ejemplar una vez finalizado el trasplante. Frente.


    Parte trasera.


    He destapado un poco más el cepellón, siendo este el aspecto final que muestra.


    Transcurrieron ya algunas semanas desde que se realizó el trasplante. El Arce respondío con fuerza y a la semana siguiente ya comenzó a brotar. Este es el aspecto que tenía hace quince días, ya con la brotación totalmente abierta.



    Soy consciente de que me queda mucho camino por recorrer con este árbol. Lograr una buena ramificación me llevará probablemente unos diez o quince años, pero parto de una base prometedora, así que no escatimaré esfuerzos hasta conseguirlo. Estoy ilusionado con esta planta. Espero que os haya gustado tanto como a mí. Gracias Alberto, gracias Luis, sin vosotros jamás hubiera podido conseguir un ejemplar como este.

8 comentarios:

  1. UN ÁRBOL EXPECTACULAR,
    Con ese material es normal que estés ilusionado, lo estoy yo por seguir su evolución, como no lo vas a ester tú?.
    suerte y paciencia,
    un saludo

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  2. joderrrr...... que material.(leo)

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  3. Enhorabuena por el árbol Juan, me encanta. Un arbol con suerte que pasa de unas buenas manos a otras. Seguro que en menos tiempo del que dices estará espectacular bajo tus cuidados.

    Qué casualidad, yo también tengo a medias una entrada del blog con un árbol de alberto que tu conoces que espero poder publicar está tarde o mañana sí tengo tiempo, te invito a qué te pases por el y le des un vistazo.
    Un abrazo

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  4. Enhorabuena por esa adquisición. Que lo disfrutes.

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  5. Juan, es que no se puede ir por casa de Alberto, jeje. A mi me pasa lo mismo, últimamente, a base de terapia, me estoy conteniendo, pero se me hace muy duro, muy duro... Enhorabuena por la adquisición, a ver si nos vemos pronto.
    Un abrazo.

    Luis Alberto

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  6. Un buen ejemplar. Seguro que en tus manos se pondrá espectacular en unos añitos.
    Un saludo.

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  7. Muchas gracias a todos por vuestras opiniones, me halaga que os haya gustado la planta. Espero estar a la altura de su calidad para llevarlo por el camino que merece.

    CYD: Ya habrás visto que me he pasado por tu blog, te dejé una pequeña nota. Me alegra volver a ver al "Asa". Un saludo.

    LUIS: Menos mal que no voy demasiado por casa de Alberto porque la verdad es que, en mi caso, ni con la terapia esa de la que hablas sería suficiente para resistir la tentación. Ahora en serio: No sabemos la suerte que tenemos de tener a un proveedor como Alberto entre nosotros; cualquiera que desee progresar algo en este arte su contacto es obligatorio...al menos en nuestra área de influencia.

    Por cierto, ya agregé tu blog como uno de los que sigo. Enhorabuena y suerte con él. Otro saludo.

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  8. Un arbol con mucho futuro.Te recomiendo poner papel albal a las heridas, en un año cierran, si queires te mando fotos,pero el resultado es increible, otra tecnica de japon q no cuentan los pajaros

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