lunes, 27 de febrero de 2012

De mil colores

    Este pasado fin de semana me he acercado a ver una muestra de camelias que tenía lugar en un ayuntamiento aledaño al mio. Galicia es una tierra que por su climatología y la acidez de su tierra es ideal para el cultivo dce esta especie, no en vano ya forma parte del paisaje gallego hace ya muchos años. Ejemplares centanarios se pueden observar en  los jardines de algunos palacetes. No creo equivocarme si afirmo que para muchos gallegos es la flor representativa de nuestra tierra.

    Existen en nuestra tierra infinidad de viveros que ponen a la venta todos los años un montón de variedades diferentes; las hay de flores simples, dobles, semidobles, grandes, pequeñas, grandísimas, con olor, inodoras, etc. etc. Todo un mundo para explorar, sin duda.

    La verdad es que viendo el post sobre orquideas que ha colgado Jose Acuña desde Japón, he estado a punto de parafrasearlo y titular esta entrada algo así como "A los que no les gusten las camelias que no entren aquí". Finalmente me decanté por ser un poco más orginal. A veces nos dejamos deslumbrar por lo que se organiza fuera y no solemos dar importancia a lo nuestro, pero yo he decidido "no dejarme comer la oreja" por los japos y quiero mostraros el trabajo silencioso de muchos gallegos aficionados a esta original especie.

    Y como hay que poner en valor lo que hacemos comienzo por mostraros el tríptico anunciador del evento.


    Contaba Jose desde Japón que la entrada para ver la expo de orquideas costaba más que la de la propia Kokufu. Casi parecido aquí, en este caso se podía disfrutar de esta magnífica muestra por el prohibitivo precio de...¡ GRATIS ! ¿ Seremos tontos o deberían de tomar nota estos orientales?

    Bueno como de rollo ya está bien voy a colgar ahora imágenes de distintas variedades. Observad, saboread y deleitaros con tanta belleza, tanto colorido, tantas formas.


    Todavía me quedan fotos, así que habrá más entradas sobre este evento. Espero que os haya gustado.

sábado, 25 de febrero de 2012

Descentrada

   Os voy a comentar hoy un caso práctico que seguramente habréis tenido la ocasión de ver en más de una ocasión. Se trata del típico árbol, por lo general yamadori en proceso de establecimiento, que lo ves y te das cuenta de que está plantado hacia uno de los lados de la maceta, a veces incluso tocando uno de los bordes. Es obvio decir que nadie planta un ejemplar de este modo por capricho, lo normal es realizar una plantación más o menos centrada en el tiesto o contenedor. Esto mismo era lo que le pasaba a una pequeña sabina que llevaba conmigo desde hacía ya unos 3 años. Como podéis apreciar está plantada muy desplazada del centro, de ahí el título de la entrada: "Descentrada".


    Os la muestro ahora de cuerpo entero. Como podéis apreciar estaba vigorosa, no en vano esa rama larga que se ve en la zona apical es un brote de crecimiento desarrollado desde su recolección, no lo tenía de origen.


    Al extraer la planta de la maceta, para recordar lo que había debajo, se aprecia claramente cual era el problema.


    La parte visible de la planta es la que sobresale de mi mano, mientras que la enterrada es todo ese tramo horizontal que se aprecia a la derecha de la misma. Esa fue la razón de que en su día hubiese que plantar la sabina descentrada en la maceta. Ahora tocaba tratar de poner remedio a esta situación.

    Una instantánea cercana de las raíces nos pone de manifiesto que hay un trozo de raiz seca, que por lo tanto se podría eliminar para tratar de compactar la parte viva.


    Una vez eliminada esta zona...


    El cepellón se había lavado previamente con chorro de agua, se trataba de no dejar ni rastro de la tierra de monte que aún se conservaba. Tras estos pasos previos me fue posible doblar la raiz viva, utilizando para ello un poco de rafia. Ahora sí se podría plantar el ejemplar más centrado y en una maceta de dimensiones más reducidas. Para ello, rebuscando entre mi "stock", encontré esta que os muestro, obra de Iñaqui Tellería.

    El sello del autor.


    Por supuesto no será la maceta definitiva ya que, a pesar de que es mucho más pequeña que el tiesto de plástico que tenía anteriormente, aun es grande. Ahora no quise "apretarla" más, pues necesito que responda bien al trasplante y compactación de raíces. Las imágenes finales de la planta os las muestro a continuación.


    Ni que decir tiene que a este ejemplar no le volveré a tocar durante este año. Tal vez para el que viene, si el árbol responde bien, me plantee comenzar a modelarlo. De momento a descanzar de "las heridas de guerra". No se ha reducido nada el verde puesto que, en realidad, no hubo eliminación de ninguna raíz, ni recorte siquiera. Tan sólo se colocaron mejor. Además a las sabinas, que viven mucho a través de las hojas, no le haremos ningún favor eliminando una buena parte de la vegetación de golpe. Es más recomendable ir poco a poco.

    Este ejemplar fue recolectado por mí y no es el caso, pero cuando alguien nos ofrece una planta que presenta este mismo problema debemos pensasrnos muy mucho su adquisición. Tened en cuenta que este detalle devalúa mucho el material. No se sabe lo que te puedes encontrar abajo, ni si tendrá solución. Este caso fue simple de resolver, pero cuando se trata de ejemplares de dimensiones mucho más importantes, rígidos, etc. lo más sensato es plantearnos muy seriamente si realmente nos interesa ese árbol, aunque la parte aérea sea espectacular. Espero que esta entrada le haya podido servir de ayuda a alguien, a veces las cosas no por sabidas es bueno recordarlas.

    Os espero en la siguiente escala. Un saludo.

sábado, 18 de febrero de 2012

Echándole valor

    Hay ocasiones en las que el primer modelado de una pieza supone tanto cambios estéticos ( obvio, pues para eso se modela ) como cambios importantes en sus dimensiones. A veces estos cambios vienen deteminados por la compactación de la copa, pero en otras ocasiones se produce por la eliminación de una parte importante, en cuanto a tamaño, de la misma. La compactación, tratando de conservar el verde casi en su totalidad, es una cuestión de técnica y, en ocasiones, de medios o de ayuda. El redimensionado por poda, sin embargo, tiene otras características diferentes: se necesita, sobre todo, valor y confianza ciega en que lo que se pretende hacer es la mejor de las opción. La historia de hoy discurrirá por una de estas dos vías.

    Me da a mi la impresión de que cuando Choumi acudió con su pino al taller con Marco, ya llevaba de casa una idea clara de lo que quería hacer con él. Se trataba de un ejemplar ligero, estilizado, de tronco fino y con las ramas concentradas en la parte alta. ¡ Vamos, un candidadto ideal para un bunjin ! En las siguientes imágenes os lo muestro a su entrada al taller, antes de que sobre el se cerniese la Ichiban de Marco.



    Esta otra fotografía nos muestra al pino un tanto marginado, sin que nadie le preste la más mínima atención atención; el protagonista todavía no era él...pero su hora también iba a llegar.


    Como siempre lo primero que ordenó Marco fue el descubrimiento de la base de raíces. Hay que ver de donde y como arranca el nebari para ver como nos influye en las posibilidades de diseño. Hay ocasiones en las que se llegan a modificar los planteamientos iniciales tras la aparición de una ¿sorpresa? enterrada, así que a Choumi no le quedaba otra que recolectar la abundante cosecha de hierbajos que, sobre la superficie del sustrato,  había proliferado.


    Un poco de paciencia y una pinzas fueron las herramientas que el compañero utilizó para ir "adecentando" la superficie.


    En estos momentos es cuando Marco se dirige a ti y te espeta algo como:

- ¡Hombres, esto no eh! Este trabajo hay que traerlo hecho de casa ¡Por favor, por favor!

    Una vez limpia la superficie el maestro comienza con sus explicaciones, comentándones un poco las características de la pieza en particular y de las posibilidades que él le ve.



    Armado con su inseparable Ichiban comienza a explicarnos, de un modo práctico, como se debería hacer  la limpieza del árbol.


    Al propietario se le plantean dos posibilidades para seguir adelante con el diseño: debe decidir si quiere reducir o conservar, dependiento de cual sea la opción el camino será diferente.


    Incluso algún atrevido, como nuestro ilustre y nunca bien valorado presidente, se atrevió a sugerirle a Choumi sobre cual debía ser el camino a seguir. Aquí parece estarle diciendo algo así como:

- Yo aprevecharía todas las ramas para crear una copa que vaya desde aquí hasta aquí.


    Sin embargo la idea del propietario iba por otros derroteros...


    Reducción drástica fue la alternativa escogida, entre otras razones porque el árbol se hace más manejable, gana peso visual el tronco, que antes parecía demasiado fino, y lo más importante, lo definitivo en boca su propietario:

- Mira Juan, con el poco tiempo del que dispongo para dedicarle al bonsái, un árbol con una copa pequeña me da mucho menos trabajo a la hora de realizarle el mantenimiento.

    Pues sí, viéndolo desde ese punto de vista, sí tiene razón, aunque la verdad es que el aspecto del pino tras la poda parecía bastante desangelado.


    A alguno de los asistentes incluso se les esbozaba en el rostro una sonrisa malévola, como pensando:

- Acaba de "cagarla", a ver ahora como "coño" arregla el entuerto.


    Sin embargo quien más preocupado debía estar se mostraba la mar de contento. Pronto comenzó a trabajar los jines generados tras la poda.


    Luego se imponía la colocación de rafia en el tramo que se pretendía doblar. Ya sabéis, hay que ajustarla muy bien para surta efecto, apretándola lo máximo posible a cada vuelta que se da. Por supuesto tiene que haber sido humedecida previamente, de lo contrario no se ajusta bien y no realiza su función de la forma correcta.


    El alambrado no sólo incluía las ramas verdes, sinó también los jines de nueva factura. Es necesario que armonicen con el resto del árbol.


    Conforme voy avanzando en el relato de este taller una sensación sobrecojedora comienza a subir por mi espina dorsal...acabo de descubrir cual es el misterio de Choumi, el arma secreta que tenía a la vista de todos pero al tiempo oculta a la mayoría. No cabe duda, alguna razón tenía que haber detrás de tanta valentía, de
tanta determinación, de disfrutar del trabajo después de haberle "cortado la cabeza" al pino...macho, ¡así cualquiera!...tu llevas...



¡ LA CAMISETA DE SUPERMAN!


    Bueno, bromas aparte, el trabajo continuaba avanzando. Cuando se hubo terminado de alambrar el árbol Marco tomó de nuevo la iniciativa y comenzó a mover las ramas. Choumi le sujetaba la maceta para que la planta no se moviese. Se le veía feliz, el continuaba disfrutando de "su" taller...¡ bravo compañero, esa es la actitud correcta !


    Como siempre toda aventura tiene su final, llegando de este modo, al final de esta. El pino quedo modelado y el resultado final es el que os muestro en la siguiente tira de imágenes. Comienzo por el lado derecho.


    Lado izquierdo.


    La parte trasera...


    ...y por último el frente.


    Fijaos en como el jin apical o tenjin se ha modelado para que acompañe el movimiento de la copa. El jin intermedio de la derecha es un "capricho" de Choumi y al de más abajo se le ha colocado un tensor para que no fuese en contradirección. La verdad es que viendo el resultado final del trabajo quedan disipadas las dudas de algunos, un claro ejemplo de que hay que tener fe en lo que se hace y seguir el camino hasta el final, sin vacilaciones y estando seguros de nuestro trabajo... y si esto va acompañado por la guía de un experto, pues mejor que mejor.

    Espero que os haya gustado el reportaje, cuento con vosotros para la siguiente entrega. ¡Chiao!